Miércoles, Mayo 6, 2020
Autoestudio avanzado sobre simuladores inteligentes
No importa si es de día o de noche, si el asfalto está mojado o seco, el simulador siempre está listo para preparar a motoristas y conductores de coche para lo que podría pasarles en las calles de Singapur.
Cada día de la semana pasan más de 300 alumnos entre las 8:30 am y las 22:30 pm aproximadamente, por los simuladores de conducción que LANDER desarrolló en colaboración con la Policía de Tráfico de Singapur y las autoescuelas CDC, SSDC y BBDC. Desde hace cinco meses, el país está ya equipado para formar y concienciar a sus conductores en los 10 accidentes más comunes que se dan en las calles de Singapur.
Frenazo inesperado del vehículo precedente, condiciones atmosféricas específicas o incidentes como caídas de objetos son solo unos ejemplos de las situaciones que la Policía de Tráfico ha definido y desarrollado hasta el más mínimo detalle, y que LANDER ha implementado sobre unos equipos completamente moldeables a las necesidades de cada cliente.
Todo el diseño de recorridos, situaciones, evaluaciones, desenlaces, etc. facilitados en este proyecto han permitido que los sistemas de simulación en los centros de conducción de Singapur sean hoy en día totalmente automatizados e interactivos. La función principal de los instructores reales es supervisar las instalaciones de capacitación y asegurarse de que todo está en orden. Todo lo demás, está en manos del simulador. Los alumnos interactúan principalmente con el instructor virtual inteligente del sistema y esto permite que un gran volumen de alumnos asista a los cursos de capacitación todos los días, sin que ello suponga un enorme despliegue de instructores en los centros de capacitación.
Todo comienza cuando el estudiante hace una reserva en la autoescuela para obtener una licencia de conducción. Al alumno que se está sacando el carnet, la autoescuela le reserva una cita en el simulador (día y hora). Una vez que el estudiante está registrado, la base de datos de la autoescuela alimenta la base de datos del simulador para reservar una cita en el mismo. A partir de ese momento, el alumno sabe cuándo debe asistir a las sesiones de simulación: 3 sesiones de simulación diferentes antes de poder realizar el examen práctico con el vehículo en la carretera real.
Cuando el estudiante entra en la sala de simuladores, es recibido por un instructor. Tras recibir unas pautas y recomendaciones básicas sobre cómo usar el sistema, se le pide que se siente en el simulador correspondiente. El simulador ya está reservado para ese estudiante en particular, gracias a la integración del sistema del simulador con la base de datos de la escuela de conducción. En otras palabras, cada simulador "sabe" qué estudiante usará ese simulador, a qué hora y en qué sesión debe iniciarse. Por lo tanto, el horario diario de todos los simuladores se programa y se completa con la información de la base de datos de la escuela de conducción.
Para comenzar a usar el simulador, el estudiante debe identificarse escaneando las tarjetas NRIC o Work Pass. Una vez que el sistema verifica que la identidad del estudiante coincide con la reserva previa para ese intervalo de tiempo, la sesión de simulación se inicia automáticamente. ¡Ha llegado la hora de vivir la experiencia! En cada una de las 3 sesiones, los alumnos se enfrentarán a 5 escenarios diferentes de riesgo e inesperados a lo largo de una ruta predefinida. El instructor virtual (instructor virtual) guía al alumno a lo largo de la ruta al proporcionar ordenes de voz en todo momento. Cada vez que el alumno comete un error leve, el instructor virtual dará una orden de voz con las recomendaciones pertinentes. Si el error es grave (por ejemplo, un accidente), las sesiones de simulación se pausarán y el sistema mostrará una breve revisión de lo sucedido y cómo el estudiante debería haber evitado el error. Después de la breve reproducción, la sesión de simulación se reanuda automáticamente. Y de esta manera hasta que el alumno complete la sesión o exceda el tiempo asignado para la sesión.
Al final de cada sesión, el resultado del desempeño del estudiante se envía a la base de datos de la escuela de conducción. En base a ese resultado, el estudiante puede reservar otro horario para la próxima sesión. Para cada sesión, el sistema simulador prepara un informe de resumen automático que el alumno puede ver en la pantalla táctil interactiva y también imprimir. El feedback instantáneo y objetivo le ayuda sin duda al conductor, a ser consciente de su desempeño y a interiorizar lo aprendido.
Gracias a este sistema de funcionamiento inteligente, los Centros de Conducción pueden mantener su alta demanda sin aumentar recursos humanos para ello. Además, el nivel de detalle que les ofrece el simulador para cada situación hace que la formación se adapte 100% a la la realidad de la conducción del lugar, maximizando el aprendizaje.
Esta innovadora arquitectura funcional es aplicable y adaptable a planes formativos de cualquier organización y país del mundo. Con ello, LANDER espera poder continuar aportando su experiencia en tecnología aplicada a la formación, cuyo fin último es contribuir a la seguridad en las carreteras.