Viernes, Octubre 23, 2015
Historias del metro
Elena, Area Manager de LANDER, está sentada en uno de los vagones del metro de Londres, camino a Paddington. Revisando las noticias en el móvil, lee que Metro Madrid acaba de cumplir 96 años. ¡96 años! Parece mentira que este sistema de transporte tan moderno exista desde hace tanto tiempo, piensa. Y es que el Metro de Madrid abrió sus puertas el 31 de Octubre de 1919, con un trayecto que cubría la distancia entre Cuatro Caminos y Sol, con 56.220 billetes que extendieron las taquilleras ese día.
El metro es uno de los lugares y medios de transporte más cotidianos de la ciudad. El desarrollo tecnológico de sus trenes, las infraestructuras y otros mecanismos electrónicos, pueden hacer pensar que este sistema de transporte data de menos tiempo. Pero en realidad, Elena no tiene más que mirar a su alrededor para ver la historia que albergan las paredes del metro de Londres mismamente, el metro más antiguo del mundo.
En 1843, el Inglés Charles Pearson propuso abrir túneles subterráneos con vías férreas, y fue en 1863 cuando la primera línea de metro con locomotoras de vapor fue abierta al público. A este subterráneo de Londres (Metropolitan Railway), le siguieron el de Nueva York, Budapest (primer subterráneo eléctrico de Europa) y en Turquía la corta línea de metro que une los barrios de Karaköy y Beyoglu. Más tarde, este medio de transporte siguió su expansión por Latinoamérica, Oceanía, África y Asia, a partir del siglo XX.
El metro ha sido lugar de múltiples sucesos que quedan en la memoria de las ciudades, como el famoso “mind de gap” londinense y el actor Oswald Laurence. Pero además, es un medio de transporte en el que siempre se ha posado un halo de misterio que ha dado lugar a múltiples leyendas sobre fantasmas, vías secretas, asesinatos, etc . ¿Por qué genera esta sensación en los viajeros? Quizá la oscuridad de sus túneles o sus variados recovecos trasladan al viajero esa sensación de intriga o sigilo que engancha. Cuando se viaja en metro, el viajero se convierte muchas veces en espectador y actor de películas. Besos que saben a despedida al pie de las escaleras mecánicas, historias que duran un par de estaciones, miradas perdidas, flechazos interrumpidos por un transbordo inoportuno.
El metro para en la estación de Paddington. Elena sale y piensa para sus adentros, qué suerte tenemos en LANDER de poder trabajar para aportar nuevas cosas a este y otros sistemas de transporte. Que la historia continúe.